Dra. Aracely Ortiz López
Psicóloga Clínica, Mentora Emocional,
L.C.I.
La desregulación emocional es una condición
que se caracteriza por la dificultad para manejar y controlar las emociones de
manera efectiva. Esta problemática se encuentra estrechamente relacionada con
la aparición de diversos trastornos mentales, entre ellos la depresión.
La depresión es un trastorno mental que se
caracteriza por un estado de ánimo persistentemente triste, acompañado de una
pérdida de interés o placer en las actividades cotidianas. Además, puede
presentarse con otros síntomas como fatiga, sentimientos de culpa, problemas de
concentración, trastornos del sueño y, en casos severos, pensamientos suicidas.
Diversos estudios han demostrado que la
desregulación emocional desempeña un papel fundamental en el desarrollo y
mantenimiento de la depresión (Gross & Muñoz, 1995; Aldao et al., 2010).
Cuando las personas tienen dificultades para identificar, entender y manejar
sus emociones de manera adaptativa, es más probable que experimenten síntomas
depresivos.
Por ejemplo, una persona con desregulación
emocional puede tener dificultades para aceptar y procesar emociones negativas,
como la tristeza o la frustración. En lugar de ello, puede intentar evitar o
suprimir estas emociones, lo que a su vez puede exacerbar los síntomas
depresivos (Gross, 2015).
Asimismo, la desregulación emocional se ha
asociado con estrategias de afrontamiento menos efectivas, como la rumiación o
la evitación, que pueden contribuir al mantenimiento de los síntomas depresivos
(Aldao & Nolen-Hoeksema, 2010).
Para abordar esta problemática, es crucial
que los profesionales de la salud mental implementen intervenciones
terapéuticas que se centren en mejorar las habilidades de regulación emocional
de los pacientes. Algunas estrategias efectivas incluyen la terapia
cognitivo-conductual, la terapia de aceptación y compromiso, y la terapia
dialéctica conductual (Berking et al., 2013; Sloan et al., 2017).
En conclusión, la desregulación emocional
desempeña un papel fundamental en el desarrollo y mantenimiento de la
depresión. Comprender esta relación es crucial para el diseño e implementación
de intervenciones terapéuticas efectivas que puedan ayudar a las personas a
mejorar sus habilidades de regulación emocional y, en consecuencia, reducir los
síntomas depresivos.
Referencias
Aldao, A.,
Nolen-Hoeksema, S., & Schweizer, S. (2010). Emotion-regulation strategies
across psychopathology: A meta-analytic review. Clinical psychology review,
30(2), 217-237.
Aldao, A.,
& Nolen-Hoeksema, S. (2010). Specificity
of cognitive emotion regulation strategies: A transdiagnostic examination.
Behaviour research and therapy, 48(10), 974-983.
Berking, M., Wirtz, C.
M., Svaldi, J., & Hoffmann, S. H. (2014). Emotion regulation predicts
symptoms of depression over five years. Behaviour research and therapy, 57,
13-20.
Gross, J. J. (2015).
Emotion regulation: Current status and future prospects. Psychological Inquiry,
26(1), 1-26.
Gross, J. J., &
Muñoz, R. F. (1995). Emotion regulation and mental health. Clinical psychology:
Science and practice, 2(2), 151-164.
Sloan, E., Hall, K.,
Moulding, R., Bryce, S., Mildred, H., & Staiger, P. K. (2017). Emotion
regulation as a transdiagnostic treatment construct across anxiety, depression,
substance, eating and borderline personality disorders: A systematic review. Clinical Psychology Review, 57, 141-163.