Dice un gran artista, guionista y escritor puertoriqueño, en su libro "100 x 35", el Sr. Jacobo Morales: "los chavos y la posición modifican los calificativos. Eso permite, que te llamen hombre alegre o te llamen borrachón". Algo muy real, pues no nos referimos exclusivamente a la posición económica, sino al poder eclesiástico, gubernamental, grupos, corporaciones, farmacéuticas, hospitales con intereses creados sobre el tema que estoy próximo a discutir y que se benefician con estos ruidos sociales absurdos, discriminatorios y controversiales.
La Terapia de Conversión Sexual, fue un modelo de pseudotratamiento utilizado para "curar", la homosexualidad en el siglo XX e históricamente desde antes. Se partía de la premisa, que esto era una enfermedad.
Al partir de esta falsa premisa, el supuesto era entonces, ofrecer un tratamiento. Los mismos consistían en administrar shocks eléctricos, terapias hormonales, para cambiar la biología natural de las personas, manipulándolos religiosamente, ataponándolos de culpabilidad tóxica, conceptos de pecado, infierno, rechazo de Dios, pérdida del alma, expulsión de las congregaciones y abusos que atentaban contra la dignidad de las personas. Espiritual, familiar y socialmente huérfanos.
Por otro lado, la conveniencia médica para tratamientos que causaban daño neurológico y biológico, con costos exorbitantes, que enriquecieron a otros tantos. Todo, porque esta era el sistema de creencias de los padres y la cultura de la época, la intolerancia y el que dirán de la sociedad.
Para la década del setenta (1973), la Asociación Americana de Psiquiatría, eliminó la homosexualidad del Manual de Diagnóstico de Trastornos Mentales. Posteriormente, en el 1990, la Organización Mundial de la Salud, retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.
No hay evidencia científica, que apoye la "terapia de conversión sexual", como algo reparativo, para alterar la condición sexual.
En Puerto Rico, este es el tema del día. Legisladores, Senadores, hurtándole al pueblo, mientras gastan miles de dólares en sesiones ridículas y arcaicas. Así desvían la atención de los verdaderos problemas sociales que afectan a la población.
Para mencionar algunos:
*Pobres servicios de salud.
*Alta incidencia en la criminalidad.
*Altas tasas de desempleo.
*Alta incidencia en suicidios en adolescentes, adultos y deterioro de la salud mental del pueblo.
*Aumento en la Violencia de Género.
*Serios problemas de manejo en la transportación marítima de Vieques y Culebra.
*Aumento desorbitante del costo de vida.
*Administración de nuestro país, a través de una Junta Fiscal impuesta por E. U.
*Mala administración de fondos públicos.
Como diría mi abuela: "Pónganse para su número". Dejen de enfangar la dignidad y los derechos de las personas. De todos por igual.
Con mucho cariño.
Dra. Aracely Ortiz López
Psicóloga Clínica, Hipnotarapéuta, L.C.I.
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