Estando
Contigo
Estamos en un aislamiento de gran proporción a nivel mundial
para detener la pandemia del Coronavirus. Esto de cierta manera, nos
tranquiliza, ya que colectivamente, asegura nuestra supervivencia. Lidiamos día
a día con las noticias catastróficas y también con aquellas, que nos crean
esperanza.
No obstante, lo
realmente difícil para muchas personas, es estar consigo, con el yo interno.
Con esto,
quiero decir, tu persona, recuerdos, sentimientos, sensaciones y emociones. Recibo
decenas de llamadas y la queja principal es “no puedo con esto, me siento sol@”,
“me estoy volviendo loc@.
La soledad es vista y sentida como abandono, estar en un desierto, desamparo,
huerfanidad, desabrigo, vacío, impotencia, descuido, desesperanza, ausencia de
contacto, etc. Sin embargo, como no estamos
en posición alguna de controlar lo externo, si podemos estar en posición de
reconceptualizar y cambiar la percepción que tenemos sobre la palabra “soledad”.
Se puede entrar en contacto con uno, a través de ejercicios sencillos. Voy a recomendar algunos.
1: Por ejemplo, que tal si pensáramos, “hoy tengo la oportunidad de estar
conmig@ y reír
a carcajadas. Para esto, busca en tu mente, momentos en que
viste una película cómica, un acontecimiento en tu vida que te dio pavera, en
esa etapa cuando éramos adolescentes y todo nos hacía reír. Recréalo y ríe a carcajadas. Ríe. El cerebro
emocional, lo va a procesar, como si estuviera ocurriendo real. A su vez, libera
unos neurotransmisores buenos, como las endorfinas, serotonina y oxitocina. Nada más y nada menos, que la neuro hormona
del AMOR. Justo lo que necesitas, amor hacia ti, como persona.
2: Baila contigo bolero. Al hacerlo, abrázate. Primero bolero. Si tu salud te lo permite,
baila salsa, merengue o cualquier música que te haga mover. Además de entrar en contacto contigo, estarás
liberando un analgésico natural, que reduce el dolor físico y emocional. Porque en el cerebro emocional, una reducción
de dolor aumenta el bienestar emocional.
3: Escoge un momento del día y “Nútrete”.
Esto implica, conciencia emocional y corporal. Date un bañito, tarareando y pasándote la
mano suavemente por tu cuerpo. Suavemente, como si fueras un bebé. “Tarara,
lalalala”.
4: En la noche, antes de acostarte, abrázate. Recomendaría el “Abrazo de Oso”. La mano izquierda sobre el hombro derecho y
viceversa. Mientras lo haces, “repite “mmmmmmuá”,
muchas veces.
5: Ya en la cama, toma tu mano derecha, si esa es tu mano dominante y con
tu mano izquierda, agárrate el dedo pulgar y frótalo suavemente. Haz varios abostezos ficticios, “Ohhh, Ohhh, Ohhh,
Ohhh” y quédate así contigo, “dejo ir el día, duermo tranquil@, porque mañana,
disfruto de cuidar de mí mism@”. Amén.
Me encantaría que me escribieran, para ver cómo les fue.
Con mucho cariño, para todos ustedes.
Dra. Aracely Ortiz López
Psicóloga clínica, Hipnoterapéuta
Tel. 787-375-6839